jueves, 20 de febrero de 2014

Estilismos de película: "12 años de esclavitud"


Si las dos películas que hemos analizado hasta ahora, The Invisible Woman The Grandmaster, cuentan con reducidas opciones a llevarse el Oscar al Mejor Vestuario, algo mejor posicionada se encuentra la cinta 12 Years a Slave, dirigida por Steve McQueen. Porque a la Academia los dramas sobre afroamericanos le suelen gustar mucho y, a juzgar por sus nueve nominaciones, este no ha sido la excepción.

Antes de comenzar a analizar el vestuario de la película, vamos a conocer un poco su argumento, pues conviene tenerlo en cuenta a la hora de analizar el diseño artístico de la producción y la indumentaria:




Basado en un hecho real, este filme cuenta la historia de Solomon Northup (Chiwetel Ejiofor), un ciudadano libre de color que es secuestrado para ser vendido como esclavo en una plantación sudista. No obstante, lejos de rendirse ante las adversidades sufridas por los esclavos y la crueldad a la que los somete su patrón (Michael Fassbender), Solomon luchará por conseguir la libertad para poder volver con su familia. Completan el reparto figuras revelación como Lupita Nyong'o, al lado de otros veteranos del séptimo arte como Brad Pitt o Alfre Woodard.




Eso sí, una de las figuras más representativas que aglutina el equipo dirigido por Steve McQueen es la experimentada diseñadora de vestuario y producción Patricia Norris, a quien vemos en la imagen junto con el director de la película. A sus espaldas lleva ya cinco nominaciones anteriores a esta en la categoría de Mejor Vestuario, con los títulos Capricorn OneDays of HeavenVictor Victoria Scarface. Y quizás esta sea la mejor baza de la película en esta categoría: pese a ser una de las mejores diseñadoras de vestuario que ha tenido Hollywood, Patricia Norris todavía no ha recibido el Oscar.

Pero quizás hay algo que juegue en contra de la cinta: sería más un premio a la trayectoria de Norris que al trabajo específico en este caso; pese a que 12 años de esclavitud presenta un diseño de vestuario sublime, los dramas de época sobre afroamericanos son algo "muy visto" en esta categoría, y debemos reconocer que se han visto mejores.




No obstante, sería injusto desmerecer a la película, porque el vestuario está cuidado hasta el más mínimo detalle. Empecemos por el vestuario que lucen Solomon y su familia como ciudadanos libres. Sin duda, lo mejor es que puede presumir de estar en el punto intermedio entre los preciosistas diseños que lucían la aristocracia sudista y los harapos que debían llevar los esclavos. Así pues, vemos cómo Patricia Norris logra captar a la perfección la esencia de una familia libre pero humilde, usando especialmente los tonos tierra en el caso de las mujeres y los grises y azules en el caso de los hombres. Además, la presencia de tejidos con estampado en indianas o el uso de terciopelo en algunas piezas de la indumentaria masculina nos permiten imaginarnos sin esfuerzo la industria textil de la época.




Muchísimo más rica y recargada es la ropa que luce la aristocracia sudista, como vemos en la parte superior de este vestido que lleva la actriz Sarah Paulson (quien interpreta a la esposa del dueño de la plantación). En el caso de esta clase social, abunda mucho más el uso de una reducida paleta de colores que se mueve entre el blanco roto y el beige, para evidenciar su posición acomodada que implica no estar sometidos a trabajar personalmente la tierra (de ahí su interés en mostrar que van, como diríamos hoy en día, "de punta en blanco"). Apreciamos también en el caso de la indumentaria femenina un patronaje mucho más elaborado y unas líneas de corte de clara inspiración victoriana, típica en los "nuevos ricos" de las Américas.




Probablemente, el trabajo más sacrificado a la par que complicado es el de confeccionar la indumentaria de los esclavos. Si por algún motivo merece ser reconocida esta película, aparte de por la trayectoria de su diseñadora de vestuario, es por el gran esfuerzo que esconde este apartado. Al ponerse a diseñar, Patricia Norris se encontró con que no había imágenes de la ropa típica de los esclavos. Así pues, dejando de lado algunos aguafuertes de escasa entidad, la diseñadora tuvo que buscar diseños genuinos de la época, trasladarse a Londres para adquirir ropa de las clases ricas del momento e incluso recoger tierra de las distintas plantaciones donde iban a rodar la película para someter la ropa de los esclavos a un proceso de envejecimiento lo más natural posible. Fue un trabajo diario que requirió esfuerzo y dedicación por parte de todo un equipo de profesionales.

Y no quiero despedir esta entrada sin enseñaros los bocetos que la propia Patricia Norris diseñó como base para la creación de algunas de las piezas del vestuario:







En el primero de los casos, vemos incluso como la profesional ha sido capaz de captar en unos pocos trazos el rostro del famoso Brad Pitt. Aunque sorprende especialmente el último, pues observamos a la perfección el alto nivel de realismo de sus dibujos respecto al resultado final. Impresionante.

¿Puede un vestuario con escaso nivel de sorpresa pero con un impecable trabajo tras de sí vencer este año en la categoría de Mejor Vestuario? ¿Recibirá por fin Patricia Norris la estatuilla que la Academia ya le viene debiendo unas cuantas décadas? Tendremos que esperar a la noche del 2 de marzo para saberlo.

O.

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