sábado, 20 de julio de 2013

Estilismos de series: Cambiamos de época con "Downton Abbey"

Como ya os dije ayer, estoy impaciente porque vuelvan las red carpets como los Emmy Awards, el máximo galardón entregado a las series de televisión (como los Oscars del cine). Hasta entonces, repaso una y otra vez las nominaciones haciendo mis quinielas de este año. Eso sí, aunque no sea la serie más mediática, Downton Abbey es la ganadora absoluta de mi corazón.

Hasta ahora, esta serie ha sido la serie más cara producida por un país europeo (Reino Unido). Para transportarnos a la vida de la aristocracia durante las primeras décadas del siglo XX, Downton Abbey cuenta con un presupuesto de un millón de libras de media en cada capítulo. Y no me extraña, porque todo es de calidad: un reparto increíble (yo adoro concretamente a Maggie Smith), una ambientación fantástica, un sonido y una iluminación muy bien logrados... pero a nosotros lo que nos interesa es su maravilloso vestuario.




Lo primero que hay que advertir respecto al vestuario es que muchas de las prendas son auténticas. Es decir, los actores interpretan una acción ubicada a inicios del siglo pasado con ropa de inicios del siglo pasado. Eso requiere invertir mucho en la "restauración" de ropa vintage, pero al final se agradece. Downton Abbey es como una obra de arte en pequeño.




La primera temporada comienza en 1912, con el hundimiento del Titanic. Por aquel entonces, las mujeres todavía solían llevar vestidos largos tanto de día como de noche, así como era habitual ver el recogido del cabello y los sombreros durante el día. En esta foto, podemos ver a las tres hermanas Crawley (Sybil, Mary y Edith), con vestidos donde el blanco es el auténtico protagonista. Me encanta el detalle de los guantes, muy lady, así como los complementos (especialmente el collar de perlas). Fantásticas.




Pero, sin duda, una de las grandes protagonistas de la serie es la condesa viuda Violet Crawley, interpretada por la maravillosa Maggie Smith. Este quisquilloso personaje presenta un estilo mucho más conservador, pues es una reliquia viviente de los antiguos valores de la aristocracia británica. Fijaos en el precioso sombrero, toda una obra de arte. Eso sí, lo mejor del look son sus pendientes con camafeo, una joya en toda regla.



No obstante, las nuevas modas también llegan a Downton. Prueba de ello es esta imagen, donde Lady Sybil luce uno de los primeros modelos de pantalones para mujer. Aunque causó la estupefacción de toda su familia por atreverse a abandonar las faldas, no podemos negar que la rebelde de Sybil está muy guapa con esos pantalones turquesa cruzados de corte harem. Sin duda, son muy aristocráticos.




También maravillosas son las fiestas de Downton. En este caso, nada mejor que asistir a un concurso de jardinería con unos bonitos atuendos en blanco y unos sombreros dignos de Ascot. En este caso, me quedo con los bonitos bordados negros del abrigo de Lady Cora, un contraste muy agradable respecto al color blanco.




Con la llegada de la Primera Guerra Mundial y los años 20, los cambios se apoderan de Downton Abbey. Aquí ya podemos ver como las jóvenes de la casa lucen peinados más cortos (luego veremos con más detalle la melena de Lady Mary), así como trajes con falda larga. El pragmatismo cobra importancia sobre la estética, así que los vestidos largos quedan relegados para las veladas nocturnas. También vemos como los miembros del servicio, a la derecha, presentan looks más pobres en color y más adecuados a su trabajo. Eso sí, mi querida condesa viuda sigue exactamente igual.




Quizás en esta foto podáis ver todavía mejor los cambios a los que me refería. Lo primero que nos llama la atención es el largo del vestido, que ya no llega hasta los pies. Además, este vestido es mucho más vaporoso y ya comenzamos a intuir como la sensualidad femenina gana peso al recatamiento (vemos un escote en V, aunque cubierto por tul, y unos guantes largos). Me encanta la joya que luce Lady Mary en sus cabellos, sobria pero elegante.




Uno de los mejores vestidos vistos hasta la fecha en Downton Abbey es el que lució Lady Mary el día de su esperada boda con Matthew. Este diseño, que no es vintage, fue elaborado por Caroline McCall expresamente para la ocasión, costando alrededor de 5.000€. Sin duda, la inspiración es claramente años 20: vestido en tono marfil que no marca la silueta hasta los pies, bordado con algunas perlas y piedras de Swarovski, con manga larga y cuello cerrado, un escote en V velado por una fina capa de tul y un fajín de raso que lo hace más ceñido en la parte de la cintura. También digna de Lady Mary es la tiara de Bentley & Skinner, una pieza de 45 quilates de oro creada en 1830. Probablemente, a los aficionados a la ropa de época como yo, el vestido les recordará al que lució la Reina Madre en su boda con el rey Jorge VI, confeccionado en su momento por la modista Madame Handley Seymour. De hecho, si echamos cuentas, Lady Mary y la Reina Madre se casaron en la misma década.




Entre los invitados a la boda, también apareció el personaje de Martha Levinson (encarnada por Shirley MacLaine), la abuela americana de Mary, Sybil y Edith. Esta mujer representa la llegada de la nueva moda americana a Downton, con un estilo mucho más exuberante y dado a los excesos. Entre sus marcas de estilo, destacamos el vistoso labial rojo.




Y, finalmente, os pongo esta fotografía para que veáis que incluso la condesa viuda se adapta a las nuevas tendencias de los años 20. Eso sí, sigue igual de maravillosa. De hecho, este sombrero de tipo cloché le queda mejor que aquellos enormes tocados con plumas y otros variopintos materiales. A su edad, esta divina.

Bueno, no sé si ya conocías esta serie, pero os la recomiendo. Espero que tenga éxito en los Emmy 2013. Por lo menos, Maggie Smith se llevará un Emmy a casa, para no perder la costumbre después de ganarlo dos años gracias al mismo papel.

Espero conocer vuestra opinión.

O.

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