martes, 6 de mayo de 2014

Gala MET 2014: Los looks van mejorando... aunque no mucho


Como os decía en la entrada anterior, uno de los principales problemas de esta edición de la Gala MET es que muchas famosas se han vestido como les ha dado la real gana.

Así pues, en esta entrada veréis algunos estilismos que serían de 10 en cualquier entrega de premios pero que, en esta ocasión, no se adaptan para nada a la estética requerida:




Ese es precisamente el caso del conjunto de dos piezas de Ralph Lauren que llevaba Anne Hathway, del vestido en tono maquillaje de la británica Stella McCartney que lucía Kate Bosworth o del vestido de depuradas líneas creado y lucido por Victoria Beckham. Estos tres looks en eventos como los Globos de Oro serían perfectos, pero aquí se encuentran como pez fuera del agua.




Lo mismo me ocurre con nuestras siguientes tres protagonistas, aunque para una de ellas esto es beneficioso. Si bien esperaba mucho más de Leighton Meester vestida de Emilio Pucci (centro) y Olivia Munn de Diane von Furstenberg (derecha), Kim Kardashian nos ha dado una grata sorpresa, pues por una vez decidió pasar desapercibida con un diseño de Lanvin. Vale que no está entre las mejores de la noche, pero no recuerdo si Kim había logrado salvarse en alguna ocasión de estar entre las peores. En el caso de Leighton y Olivia, no entiendo ni la silueta ni los colores, ¡a ver dónde ven ellas la inspiración en Charles James!




El negro ha sido uno de los colores de la noche, y quizás los vestidos de Anna Kendrick, Diana Agron y Gisele Bündchen no han sido de los mejores en este sobrio color. Anna apostaba por un J.Mendel bicolor con un efecto algo extraño en el bustier, mientras que Diana se decantaba por un Miu Miu con bajo tail hem y una línea de escote en V muy pronunciada en tono morado. Gisele Bündchen está guapa con todo lo que se ponga, porque lo es, pero su diseño de Balenciaga es uno de los más aburridos y más sencillos con diferencia.




Nuestras siguientes protagonistas iban más adecuadas a la temática, aunque lo cierto es que (y siempre digo que las comparaciones son odiosas) las arrugas de las siluetas les jugaban una mala pasada. Si me tuviera que quedar con una de las tres, creo que me decantaría por la recién llegada Dakota Johnson y su vestido de Jason Wu, que ha intentado complementar con unos guantes en negro. Para ser la primera vez, muy bien. Más experiencia tienen Allison Williams y Reese Whiterspoon, por lo que no sé cómo no vieron los problemas de sus vestidos. El Oscar de la Renta que lleva Allison mimetiza demasiado con la alfombra roja, y en el caso de Reese creo que su Stella McCartney no es precisamente favorecedor en la zona del pecho (como Anne Hathaway en los Oscars 2013, vaya).




Y cerramos esta segunda entrada agradeciendo a estas tres famosas que hayan intentado arriesgarse, aunque quizás el resultado no nos guste tanto como debiera. Mientras que Chloë Moretz ha escogido un diseño de Chanel perteneciente a su colección Dallas (que le queda de 10 pero no tiene nada que ver con el tema de la gala), Shailene Woodley ha acudido como imagen de las hermanas Rodarte, con un vestido bastante poco agraciado a la par que inadecuado al evento (no está entre los peores... bueno, porque no quedaba espacio). Finalmente, solo diré que de la unión entre Marion Cotillard y Dior sabemos que se puede esperar mucho más, por lo que este look de señorona se queda corto en todos los sentidos.

¡Espero que los vestidos de la próxima entrada os alegren un poco más la vista!

O.

No hay comentarios:

Publicar un comentario