domingo, 29 de septiembre de 2013

Antes muerta que sencilla: Los 8 cambios de vestuario de Eva Longoria

Sí, habéis leído bien, para presentar la gala de los Alma Awards y acudir a su fiesta posterior, Eva Longoria se cambió nada más y nada menos que 8 veces. Y nada de minucias, porque hay varios diseños de Alta Costura. Como siga así, esta mujer se arruina (y de paso reflota el negocio de la moda ella solita).

Pero como por mirar no se paga, nosotros vamos a ver todos los vestidos que lució anoche. ¿Me acompañáis?




Seré sincero, el primer look que llevó en la alfombra roja, firmado por Zuhair Murad, si bien no es un desastre, no termina de convencerme. ¿Por qué? Pues le veo varias pegas: 1) No me gusta el rojo sobre una alfombra roja (manía personal); 2) El tejido es más bien raro: ¿dónde se ha visto piel y encaje en un mismo diseño?; 3) Las arrugas en la zona abdominal son más que evidentes; y 4) La manga larga y el cuello tipo tortuga me dan una sensación claustrofóbica, como si fuera embutida en el vestido a más no poder. Por eso, aunque le agradezco su maquillaje y su recogido, creo que el vestido no es la mejor elección de la noche.




Junto al otro presentador del evento, Mario López, Eva Longoria abrió la gala con un maravilloso vestido de Elie Saab. Para mí, uno de los mejores vestidos de la noche. Sabemos que a Eva le encanta el brilli brilli, pero esta vez supo combinarlo con la elegancia de Elie Saab. Los mejores elementos del diseño son el bonito color coral, las mangas tipo casquillo y, sobre todo, la acertada disposición de las paillettes, muy a lo Art Decó. Fantástica, de pies a cabeza.




Mucho más sobrio fue su vestido de Etro, aunque no por ello me gusta menos que el anterior Elie Saab. La verdad, este estilismo sorprende mucho viniendo de Eva Longoria, porque está cargado de una sencilla sofisticación que no esperamos en ella. Por una vez, parece que se ha dejado los collares y los brazaletes gigantes en casa, cosa que es muy de agradecer. Además, me maravilla la estructura casi arquitectónica del vestido y el juego de texturas que consigue. Viendo esto, estoy seguro de que Eva debería dejar los vestidos con cola y apostar por la silueta columna, porque el resultado es maravilloso.




No puedo ser objetivo, porque sabéis que el amarillo flúor y el verde esmeralda son mis colores favoritos, y este año el verde lo estamos viendo muy poco. En consecuencia, solo me queda decir que este es mi look favorito de la noche (y probablemente de la trayectoria estilística de Eva Longoria). Dejando de lado el color, la verdad es que este vestido de Randi Rahm mantiene esa estructura de cuello halter y abertura lateral en la pierna que tanto le gusta a la actriz latina (y que, normalmente, no suele gustarme tanto a mí). Sin embargo, en este caso, el resultado es perfecto, más si tenemos en cuenta las sandalias y el ideal recogido hecho a partir de una trenza. J'adore.




Continuamos con los colores fuertes gracias a este fantástico vestido de Paula Ka, que compite en perfección con los looks que acabamos de ver. Sin duda, este vestido también me gusta por diversos motivos: el escote de inspiración griega, la estructura fluida de su caída, la preciosa capa al bies que sale de la parte posterior de su hombro... Mi problema son los zapatos nude, porque creo que si Eva hubiera encargado unas sandalias a juego con el color del vestido (igual que en el caso anterior), el resultado hubiera sido de 10.




Por desgracia, no tenemos una imagen mejor de su vestido de Monique Lhuillier, aunque creo que esta nos sirve para hacernos una idea. En este caso, sí que reconocemos un vestido más del estilo al que Eva nos tiene acostumbrados: lentejuelas de pies a cabeza, pronunciado escote redondo y corte sirena (que se adivina un poco por la caída en el inicio de la falda). De nuevo, un look de belleza perfecto, en este caso gracias a su melena ladeada.




El séptimo look viene protagonizado por un vestido de Max Mara. La verdad es que queda muy lejos de los otros, pero eso no quita que nos ofrezca una nueva faceta de Eva: su lado más romántico. Por mucho que no termine de convencerme el corte del diseño, sí que adoro el delicado rosa pálido y su melena con ondas, peinado que vuelve a estar muy de moda. ¡Venga, que ya casi terminamos!




Para el photocall de la fiesta posterior, el estilo de Eva dio un giro de 180º, ofreciéndonos este vestido de Romona Keveza. Y la pega principal viene a ser la misma que en el primer look: ¿por qué un vestido del mismo color que la alfombra? Incluso dejando esto de lado, debo decir que no me gusta demasiado, principalmente porque no entiendo la combinación de vestido oscuro de clara estética vamp con una larga trenza de cola de pez ladeada... Lo que sí que le queda muy bien es el corte sirena, aunque eso siempre ocurre con Eva Longoria.

Bueno, ¿a vosotros qué estilismo os gusta más?

O.

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